"Una tarde en el sotano" - Cuento propio


Consigna: Elegir uno de los siguientes comienzos: "Una mañana de junio de 1872, temprano, asesiné a mi padre, acto que me impresionó vivamente en aquella época".
Escribir un cuento que empiece con la frase elegida y que incluya alguna de las siguientes conjuntos de oraciones (en el mismo orden): c. Hace frío. - Se divisa un velero. - No quiero.
Modalidad: Individual

"Una tarde en el sótano"

"Una mañana de junio de 1872, temprano, asesiné a mi padre, acto que me impresionó vivamente en aquella época...". Así empezaba el relato de uno de los diarios que había encontrado en el sótano de la casa de mis abuelos. Crudo, pero real. Era el diario intimo de mi tatarabuelo Thomas. No se como nadie nunca me comento que estos libros se encontraban olvidados en una caja en el fondo de dicha habitación.

 Quizás por que no se atrevieron a revolver los secretos de nuestros antepasados debido a lo escalofriante del subsuelo del edificio. Al lado del cuarto de maquinas, la habitación vibraba cada vez que alguien apretaba el botón del ascensor. Hacía frió y la única iluminación era la tenue luz de un foco que en cualquier momento pasaría a mejor vida.
 Me encuentro frente a una caja misteriosa que parece que contiene alguno de los grandes enigmas familiares. Me siento en el piso y comienzo la lectura del diario de este "viejo loco", así le dice mi abuelo.

"...recuerdo como si fuese ayer cuando tuve que congeniar un plan para ocultar el cadáver del maldito alcohólico que tenía como padre. El bastardo se había pasado de listo con mi madre, había estado golpeándola hasta el cansancio y no lo soporte más. Le clave el cuchillo que siempre mantenía conmigo, para protección. 
 Frente a la casa de la playa, nuestro hogar en los veranos agobiantes. Se divisa un velero, de repente la idea choca en mi mente. Lo puedo tirar al mar y nadie sospecharía de mi, un joven ejemplar de clase media.
Armé una lista con cosas que podría llegar a necesitar y me dirigí a la casa de mi mejor amigo para narrarle los hechos. Sabía que podía contar con él debido a que yo también lo había ayudado a ocultar el cadáver de algún estúpido que se "olvido" de saldar su deuda de drogas con nosotros..."

 Corte el hilo del relato por que no podía creer lo que mis ojos estaban apreciando, un antepasado mio era asesino y vendedor de drogas. Yo que pensé que eramos una simple familia del campo.
 Agarre el diario intimo y salí corriendo en busca de respuestas. Me instale en el living familiar para seguir descubriendo lo que tenía para contar el aspirante a ganster.

"...para descartar el fiambre sacamos a pasear la pequeña embarcación de la familia. Luego de un par de horas de navegación dictamine que sería imposible rastrear el cuerpo. Le ate un ancla en la cintura y arroje los restos. Al volver a la isla me esperaba la ardua tarea de cubrir los rastros y hacerles creer que el bastardo se había marchado de nuestras vidas..."

 La siguiente entrada en el diario estaba fechada en agosto del mismo año.
"...Odio el verano. No puedo soportar la idea de otro día más en esta casa que ahora escondía uno de mis mayores secretos. Con el correr de los días un pensamiento invadía mi mente. Tenía que quemar la casa a modo de absolución.  
 El martes habíamos concretado una reunión con los traficantes de opio de otro distrito, nos venían tirando la bronca por que habíamos expandido nuestros horizontes al pueblo siguiente. Con mi compañero sabíamos que esto podía terminar en una masacre desfavorable para nosotros..."

 Parecía un relato de ficción lo que este supuesto familiar estaba contando de sus memorias. No podía ser cierto, como nadie había investigado estos hechos. 
"...Ojala que este diario no caiga en manos equivocadas. En caso de emergencia tengo escondida una reserva de dinero, si algo sale mal en la junta, tienen que saber donde voy a esconder la plata, cerca de los campos de cosecha. 
Todo lo que hice fue para salvar a mi familia. Que estaba resurgiendo de las cenizas luego de emigrar de Europa. No quiero pensar en mis generaciones futuras sin la posibilidad de un mañana.
Recuerdo como fue atravesar el atlántico en ese barco. Estuvimos por meses recorriendo las turbulentas aguas del océano, sin la suficiente comida para saciar el hambre de los que venían a cumplir el sueño..."
 Con esa frase concluía el relato del tatarabuelo Thomas, parecía inconcluso ya que faltaban un par de hojas en la libreta. Esto no podía ser cierto, alguien se había adelantado y arrancó los escritos donde se supone que este muchacho había enterrado la fortuna familiar. Toda esperanza de encontrar alguna respuesta fue frustrada ya que no tenía a quien recurrir para resolver el enigma. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Respuesta a Darth Vader - Carta

Hemingway

Cuento propio - desde la anécdota de chejov