Escena de lectura

Escena de lectura 

Nuevo Mundo 

    De chica solo me gustaba ver películas, de cualquier tipo, si alguien me recomendaba alguna no dudaba en buscarla apenas llegaba a mi casa. Considero maravilloso cuando una persona te enseña algo porque piensa en vos y sabe que te puede llegar a interesar, como un acto de amor.

    En cuanto a la lectura poco y nada, solo leía lo que mandaba la profesora de lengua en el colegio. Luego de algunos años voy a admitir que eran historias muy buenas, readaptaciones de los clásicos, cuentos de terror, de aventura, de descubrimiento, del paso de la infancia a la adolescencia, en ese momento no me daba cuenta pero esos relatos no estaban ahí porque si, tenian un proposito. En esa época consideraba toda esa parte aburrida y forzada. No tenía esa pasión por alguna saga o clásico que todo el mundo había leído. Me costaba mucho leer y más si era obligatorio para los orales que nos hacían rendir en el colegio. Siempre usaba la estrategia de decir que no tenía tiempo porque entrenaba mucho y volvía muy cansaba a mi casa. 

    No tenía a esa persona adulta que me herede o recomiende alguna de sus lecturas. Mi familia era más de las películas, sabíamos que capaz existía el libro pero elegíamos esperar a que salga la película para interiorizarnos.

    Me da mucha vergüenza escribir sobre esto. Mis amigas lectoras estarán poco orgullosas de mí, me enamoré primero de la película y luego conocí el maravilloso mundo de los libros. Recuerdo que en ese entonces amaba las películas pochocleras, para adolescentes, parecidas a Harry Potter y de pura curiosidad termine en una sala de cine esperando el comienzo de "Cazadores de sombras: Ciudad de hueso". Para ser honesta, no tenía la menor idea de que podría llegar a enfrentar. Quedé fascinada por la propuesta, una chica que al cumplir 18 años descubre un submundo en la Ciudad de Nueva York, donde existen demonios, vampiros, hombres lobo, cazadores y cualquier tipo de criatura que te puedas imaginar. Cuando terminó el film, como toda persona curiosa empecé a googlear de dónde había salido la idea, quienes eran los actores, si iban a existir más películas porque había terminado con un final abierto. Cuánto costó producir la película, si había algún tipo de club de fans, que les había parecido la misma. Sí, así de obsesiva puedo llegar a ser. Cuando algo de verdad me llama la atención me gusta llegar hasta los rincones más oscuros para saber un poco de todo.

    De esta manera me enteré que todo este mundo venía de una saga de libros escrita por Cassandra Clare. En menos de una hora ya había conseguido en PDF los primeros tres libros de dicha saga y al cabo de una semana ya los había terminado. Me había obsesionado tanto que experimente eso de quedarme hasta altas horas de la noche leyendo sin importarme que al día siguiente tenía que ir temprano al colegio y por la tarde entrenar, no me importaba nada, solo quería saber todo lo que estaba escrito en esa saga.

    Antes de ese clic, si podríamos llamarlo de alguna manera, no leía por diversión. No entendía cómo había gente que podía pasar horas leyendo libros interminables. Hasta que mi mente se obsesionó, quería que todo el mundo conozca estos libros, llegue al punto de querer tatuarme algo significativo que representaba a los conocedores de esos libros. Por supuesto que mi idea se frustró rápidamente por mis padres que no se tomaron con risas la idea de tatuarme algo a los 14 años. 

    A partir de ese momento descubrí un nuevo mundo, la lectura por diversión, para dejar un poco de lado la realidad, por suerte mi grupo de amigas estaban igual de locas por estas historias que no me sentía la rara del grupito. A medida que fui creciendo me fueron interesando otros géneros, más policiales, de terror, y nunca puede faltar el romance prohibido entre los personajes. Voy a admitir que los clichés universitarios son mi placer culposo. Hoy en día utilizo la lectura como forma de relajación, de aislamiento, en mi habitación o en cualquier lugar tranquilo. Donde conecto con el relato y solo somos el libro y yo.